José de Jesús Vázquez Hernández
Actualmente el país parece encontrarse en una encrucijada, todos los caminos convergen hacia una situación difícil y no a la búsqueda de la felicidad, cada vez las marchas y bloqueos de calles y vías de comunicación producen graves afectaciones a las diversas esferas de la producción, del transporte y del comercio, los derechos de unos afectan los derechos de otros.
No resulta fácil resolver esta clase de problemas con la razón, porque intervienen varios factores, los reclamos de unos pocos, cada vez se tienen que manifestar públicamente para ser escuchados, algo pasa que se acude a ese extremo y no se prevén soluciones mediante el diálogo y la aplicación de la ley, grupos grandes y pequeños salen a las calles y plazas públicas y hasta se instalan en ellas.
En ese proceso de búsqueda de solución a problemas grupales, gremiales y hasta personales, un numeroso conjunto de personas, de negocios, de comercio y ahora hasta algunas rutas de trenes se ven paralizadas por la toma de sus vías, situación que crea gran presión en la sociedad que busca hacerse justicia por su propia mano.
De norte a sur todos los días recibimos malas noticias, la frontera entre México y los Estados Unidos cada vez se cierran más con la construcción de muros más altos y más resistentes en diferentes espacios, todo con la finalidad de que los que vivimos de este lado no crucemos su frontera y contaminemos su espacio, por lo menos eso es lo que consideran sus gobernantes.
Del lado sur, las noticias nos muestran grandes colas de transportes detenidos por largo tiempo con mercancía que puede perder su valor de no llegar a su destino en el tiempo programado, los bloqueos en lugar de disminuir, aumentan por diferentes lados, mientras las autoridades y los involucrados dicen dialogar, pero no hay voluntad de conveniar, solamente hablan.
En ocasiones vemos a otros países que también sufren de afectaciones por el terrorismo, a causa de la nueva lucha, las nuevas guerras, ahora los ejércitos que ganan son aquellos que más personas inocentes afectan, los soldados son terroristas que con sus crueles y despiadados actos originan miedo y consternación entre la ciudadanía, eh ahí el dilema.
A pesar de la situación que priva en el país, aún es tiempo de descifrar la encrucijada en que nos encontramos y retomar el camino seguro que pronto ponga fin a tantas inconformidades, cuando sociedad y gobierno actúen de acuerdo con la ley, porque de seguir así, todos perdemos y la encrucijada puede conducirnos a un mayor desastre. jjesusvah@hotmail.com Julio 23/2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario