jueves, 31 de mayo de 2012

JOVENES PRESENTE Y FUTURO DE MÉXICO


José de Jesús Vázquez Hernández 
Suele decirse que los jóvenes son el futuro de México, tal vez pensando en que cuando sean adultos mayores, se incrustarán con responsabilidad y valores a la sociedad con todo su vigor, participando en todas las actividades tendientes al desarrollo socio económico, cultural, político y deportivo, pero ¿por qué no decir que también son el presente? Ya que se trata más de un compromiso de conciencia, que de la edad.  
Desde hace un año que los jóvenes de España conformaron un movimiento ciudadano que dieron en llamar “Los indignados”, sistematizado por una serie de protestas pacíficas en contra de los malos políticos y los abusos del capitalismo, con el propósito de promover una democracia más participativa y una auténtica división de poderes, pero independiente de la influencia de los partidos y demás corporaciones sindicales y de poder.  
Este movimiento de jóvenes españoles fue rompiendo fronteras y se extendió a otros países, y México no podía quedar impune a la influencia de este movimiento de los indignados, expresando su irritación, primero con protestas, ahora con sus asambleas populares abiertas en plazas públicas con una estructura basada en diferentes comisiones.  
En el caso de nuestro país y de América Latina, podemos englobar el problema de los jóvenes en las palabras de Samuel Moncada, ministro de Educación Superior en Venezuela, que: “…sostuvo que las transformaciones políticas, económicas y socioculturales postergadas por la expoliación imperialista han afectado sobremanera a los jóvenes. Son quienes se enfrentan en mayor desventaja a los desafíos sociales actuales. Consideró, que esos fenómenos desalentadores, como los niveles de desempleo y subempleo, sobre todo en América Latina, han ido en aumento a la par de otros conflictos asociados a la pobreza, analfabetismo, salud, el SIDA y el tráfico de drogas. 
Ante el reto que les espera, los jóvenes reunidos en las diferentes asambleas mundiales, se han dado cuenta que de ellos depende encontrar la forma de solucionar sus problemas para mejorar su presente y prever el futuro, sobre todo tratando de romper los paradigmas de la sociedad, que les impide una mayor participación en la planeación y solución de sus dificultades.  
Estos movimientos de los jóvenes parecen ser esperanzadores de un futuro más halagador, el hecho que dejen de ser solo el futuro y se interesen por el presente, sin duda pronto verán sus efectos, como comienzan a mostrarse a través del movimiento “yo soy 132” cuyo mensaje se refleja en diferentes manifestaciones apolíticas y pacíficas, como deben de ser todas.  
El objetivo, propuesto del movimiento, es alentador para toda la sociedad: “el dejar de lado, lo que nos hace diferentes y exaltar lo que nos une…” es un principio que debe prevalecer en todas las actividades de los seres humanos que aspiran a vivir libre, pacífica y democráticamente.  
Esperemos, que estos movimientos de protesta juvenil, no pierdan su objetivo y continúen con sus aspiraciones de mejorar el presente y prever no solo su futuro individual, sino el futuro de su país y se convierta en un presagio de mejores tiempos para todos los jóvenes mexicanos y una esperanza alentadora al tomar conciencia de su responsabilidad en el desarrollo del país, no solo para el futuro, sino en el presente, en la realidad actual. jjesusvah@hotmail.com

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